En el aroma de tus deseos respiro,
Entre las hojas de tus sueños descanso,
Danzo sobre el tablado de tu sonrisa,
Escribo con el lápiz de tu ilusión.
Así era mi vida, besando tu aire,
Durmiendo bajo el peso de tu emoción,
Trabajando con mis ojos en tus ojos,
Mis manos acariciando tus lágrimas
Saciando mí sed de tu saliva,
Arropándome de tu piel morena.
Errando cuando me ignorabas
Desnudo si no me mirabas con amor.
Y ahora, la sin razón,
Perdido en una tierra quemada
Sin más mundo que mi nada sin ti,
No hay sombra porque no hay sol;
Tú eres el sol y te apague para mí,
A tientas voy hiriéndome buscándote,
Más te escondes de mí que te lacero,
Me distraigo de tu senda y me rechazas.
La oscuridad, mi guía, no se levanta,
No hay esperanza de luz, tú luz,
No hay razón para existir, solo pasar;
Vivir sin existir porque tú no estás.
Morir es el regalo de un dios
Ese dios que me condena a vivir errante
De alma en alma, ensuciándome,
Cada cuerpo deja seña indeleble en mi alma,
Marcado quedo para ser distinguido,
Por cada piel que me tatúa su pecado.
Que se aparten del leproso
La sin razón me hinque la divisa
Para jamás ser lidiado; reo.
Sea conocido por ser traidor.
La sin razón de no verte sea mi premio,
Penitencia eterna sea tu ausencia
Sin misericordia, sin razón.
Cuando llagado y exhausto te apiades
Al flaquear las fuerzas sea expuesto
Volveré la cara avergonzado de tu perdón,
Negaré que me quieras, porque te quiero.
Nunca más te haré daño con mi lujuria,
Soy como águila ciega, sin remeras,
Como tigre sin garras, hiena temerosa,
Navío sin arboladura, a la deriva,
Mi destino es ser pecio olvidado;
La sin Razón de lo racional
La mentira que nadie descubre.
Tu amor. Traidor sin perdón.
Pero tu amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario